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TOXOPLASMOSIS

MITOS, PRECAUCIONES Y CASOS EXTREMOS

¿TIENE MI GATO ESTA ENFERMEDAD?

Ha de quedar muy claro que NO TODOS LOS GATOS
son portadores de la enfermedad y que
NO SOLO LOS GATOS pueden contagiar a las personas.

La forma más sencilla de saber si nuestro gato tiene toxoplasmosis, es llevándolo al veterinario y haciéndole un análisis de sangre.

No te plantees la eutanasia. Mucha gente siente auténtico terror a esta enfermedad, ya que existe la creencia de que si una mujer está embarazada y tiene un gato, va a sufrir problemas en el embarazo e incluso abortos, por lo que sacrifican al gato. En caso de que se conviva con un portador de la enfermedad, puede encontrársele un hogar provisional o explicar a la protectora de animales, de nuestra zona, el caso y que ellos se hagan cargo de la situación.

Los felinos son los únicos animales donde el parásito produce huevos, por esto se llaman huéspedes definitivos. En el resto de los animales el parásito no produce huevos y se llaman huéspedes intermediarios.

La culpa no es del gato sino de lo que se alimenta, por lo común, adquiere la enfermedad cuando es muy joven, (entre los 2 y 4 meses de edad) debido a que en ese momento comienza a consumir carne cruda suministrada por su propietario o a cazar presas bajo la supervisión de su madre.

Cuando toma contacto con el toxoplasma, desarrolla la enfermedad en forma intestinal, la cual puede ser totalmente asintomática o presentar diversos grados de diarrea. Cuando se desarrolla la fase extraintestinal, la enfermedad solo da síntomas en un porcentaje muy reducido de gatos y cuando esto ocurre los signos clínicos son difusos, como: fiebre, decaimiento, anorexia (falta de apetito) y leve disnea (disfunción respiratoria) por neumonía. Los órganos más frecuentemente afectados son el hígado y el pulmón. Son bastante comunes las lesiones oculares, caracterizadas por uveitis, hemorragias y desprendimiento de retina (Hay que hacer fondo de ojo para verlas).

Es necesario destacar que esta fase extraintestinal generalmente ocurre en gatos con déficit de su sistema inmune, por ejemplo, los cachorros, animales con el virus de la leucemia felina o de la Inmunodeficiencia Felina y bajo tratamiento oncológico o de enfermedades inmunomediadas.

Pese a lo que pueda parecer, para saber si nuestra mascota está infectada por el Toxoplasma gondii, no es muy adecuado hacer un análisis de heces. Esto se debe a que, de todo el periodo de incubación y desarrollo de la enfermedad, sólo durante dos semanas expulsa restos a través de las heces.

Para que las heces sean capaces de infectar a las personas han de pasar por un proceso de maduración que dura entre 1 y 5 días. Es decir, que las heces recién hechas no suponen ningún peligro o lo que es lo mismo, cambiando diariamente la arena de la bandeja del gato evitamos el problema.

La eliminación de coquistes por un gato enfermo, dura de 15 a 20 días, durante este tiempo el animal va formando anticuerpos contra el parásito hasta que llegan a controlar la enfermedad y se suspende la defecación de huevos.

Como vemos de este ciclo, el gato solo es peligroso como transmisor de la toxoplasmosis en esos 15 a 20 días durante los cuales elimina coquistes, fuera de estos períodos no transmite toxoplasmosis.

Según estadísticas de EE.UU, entre un 30 y 80% de gatos de vida libre de ese país han sufrido la infección por el toxoplasma, las causas estarían en el consumo de presas vivas y la presencia creciente en ese medio del virus de la Inmunodeficiencia Felina que predispone a infecciones y parasitosis secundariaos.

Uno de los síntomas que nos pueden ayudar a detectar la toxoplasmosis en nuestro gato, aunque no de forma determinante, es que sin estar dormido, mantiene los ojos cerrados durante gran parte del día.

Además, perderá mucho más pelo que de costumbre durante la enfermedad y veremos que hay restos por toda la casa, especialmente en su lugar habitual de descanso.

Una tercera señal que nos puede dar una pista de que nuestro gato está infectado por el Toxoplasma gondii es que desprende una especie de polvillo, similar a la caspa, pero sin ser grasa.

Si sospechas que tu felino tiene esta enfermedad, es fundamental llevarlo cuanto antes al veterinario para una revisión completa y seguir a rajatabla las indicaciones del facultativo, ya que con la medicación adecuada se curará mucho más rápido nuestro gato.

La toxoplasmosis es una enfermedad producida por un parásito protozoario (microscópico), de la familia de los occidios, llamado Toxoplasma gondii, puede afectar a todos los animales de sangre caliente, inclusive al ser humano.

Autor
Graciela Prado
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